Mucho se habla
últimamente de la crisis, sobre todo de la económica. Está
claro que es una "epidemia" que a nivel mundial nos está haciendo sufrir y ver
el futuro con cierto temor.
Los esfuerzos que
hacemos todos para que está situación, tan dura, sea mas llevadera es
encomiable. Cuantas familias no llegan a final de mes o subsisten a duras penas?
Muchas, cada día más.
Hoy no me quiero
referir a esta crisis, ya lo hacen los analistas políticos con mayor o menor
acierto. Quiero puntualizar sobre la “CRISIS DE VALORES” que tanto daño hace en el
ámbito familiar.
Es lamentable ver
cuanta juventud deambula por esta vida sin ningún objetivo y sin ningún tipo de
valor. La educación que reciben diariamente por parte de sus progenitores es
poca o ninguna. Si a esto le sumamos como lo mediático afecta en ellos y como
consiguen manipular a personas que se supone deben ser el futuro de España la
mezcla es explosiva.
Está claro que no
toda la juventud española está manipulada y estoy seguro, conozco a muchos, que
hay un gran tanto por ciento de ella que se “mueve” para conseguir unos
objetivos en su vida.
Yo pertenezco a una
generación en la cual nos educaron a ser personas educadas, respetuosas. Nos
marcaron el camino para conseguir un futuro, crear una familia y mantener una
coherencia en nuestra vida.
Hace un tiempo
hablando con un conocido me decía lo bien que estaba en el trabajo, su situación
económica era desahogada, etc… Lo que no me llego a decir era que su familia
(mujer e hijos) estaban contentos y unidos. Cuando les pregunte por ellos su
contestación fue muy clara: “bien, ahí están…” Esta respuesta me hizo pensar que
se da prioridad a cosas banales antes que al cuidado de los valores que deben
recibir los hijos.
Hago hincapié en la
figura de los hijos porque después no podemos pedir que las futuras generaciones
sean capaces de luchar y crear una sociedad de bien si nosotros antes no hemos
inculcado unos valores básicos para el desarrollo de
ellos.
Para mí existen
siete valores imprescindibles en una persona: La alegría, la generosidad, el
respeto, la justicia, la responsabilidad, la lealtad y la autoestima. Se que
existen muchos mas pero en un país tan plural, no quiero ofender a nadie, debo
respetar toda condición religiosa, pensamiento político y demás
creencias.
A todos los que somos padres no nos gustaría ver a nuestros hijos sin un futuro en esta vida. A los que no son padres… recordarles que son hijos.
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